El fantasma del espejo es una historia sobre un espíritu que aparece al ser pronunciado su nombre tres veces frente a un espejo. En España se conoce como Verónica o María la Paralítica y en el mundo anglosajón, Bloody Mary. Suele formar parte de juegos infantiles.
El ritual se presenta en diversas configuraciones, implicando el uso de objetos cotidianos, sobre todo un espejo y a veces un libro (a menudo, la Biblia) o unas tijeras (en memoria de las que causaron la muerte a Verónica). Verónica mata a quien la ha invocado, normalmente con un arma blanca que se encuentre en las cercanías (cuchillos de cocina, navajas, tijeras...), que sale disparada y se clava en el corazón o el cuello de la víctima. El tema central del rito suelen ser consultas relacionadas con el primer amor o la muerte.
La versión más común de la leyenda explica que se trata de una muchacha muerta durante la pubertad (a menudo, durante una sesión de ouija) y cuyo espíritu ha quedado atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Sin embargo, algunas versiones la consideran hija de Satanás.
El personaje cambia con frecuencia de nombre (encontramos variantes como Carolina y Micaela) o se multiplica, normalmente bajo la forma de dos hermanas o amigas.
No resulta fácil establecer el origen de la figura, ligada a la creencia, común en muchos lugares, de que las almas de los muertos se manifiestan en ocasiones en los espejos.
En EE.UU. hay una leyenda análoga protagonizada por Bloody Mary ("María la Sangrienta") o Mary Worth, que ha servido de inspiración al relato de Clive Barker; "Lo Prohibido", llevado al cine con el título Candyman.
Una versión relata que Mary era una chica de quince años muy hermosa y vanidosa. El centro de su vanidad era su hermoso cabello, que todas las noches peinaba cien veces. Un día le quisieron jugar una broma y un hombre (no se sabe quién) se escondió en el armario mientras ella cepillaba su cabello. Mientras estaba descuidada, el hombre salió, le tapó la boca con un pañuelo y le cortó todo el cabello. Ella no soportó verse fea y no pudo esperar a que el pelo le creciera de nuevo. Unas semanas después, se suicidó. Se cree que para que ésta aparezca se deben encender tres velas frente a un espejo, peinarse el cabello cien veces como ella lo hacía cada noche y decir Bloody Mary tres veces.
Según otra versión, Bloody Mary era una muchacha gravemente enferma y que en ese tiempo no se podía curar. El médico era su padre, que después de cuatro días en coma tomó la decisión de enterrarla en el patio de su casa. Le amarró en la muñeca un hilo que iba unido a una campana. El padre se fue a dormir y a la mañana siguiente fue a ver la campana, que encontró tirada. En ese mismo momento abrió la tumba de su hija y vio que sus manos estaban llenas de sangre y en sus dedos no estaban sus uñas. Después de llorar por un buen rato se fijó en que las uñas estaban incrustadas en el ataúd con muestras de rasguños. Se cree que para que ésta aparezca se deben encender tres velas frente a un espejo, dar tres vueltas y mientras lo hacen decir Bloody Mary tres veces.
VIDEO (secuencia pelicula Bloody Mary)
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